La controversia en torno a la desaparición de María Ignacia González, concejala de Villa Alegre extraviada hace cinco meses, sumó un nuevo capítulo luego de las polémicas declaraciones emitidas por la diputada María Luisa Cordero en televisión. Sus dichos provocaron un profundo malestar en la familia de la edil, especialmente en sus hijas, quienes se manifestaron públicamente para desmentir y cuestionar sus afirmaciones.
Durante un programa de TV, la parlamentaria sostuvo que la concejala “tenía una cierta vulnerabilidad al alcohol” y sugirió —incluso entre risas— que podría haber sufrido un accidente tras manejar en esas condiciones. Afirmó que, a su juicio, “debe estar enterrada o rumbo a China”, e incluso criticó la “frialdad” de sus hijas, acusándolas de inventar una supuesta teoría de complot. Estas declaraciones podrían derivar en un requerimiento ante el Comité de Ética de la Cámara.
Consultadas en el matinal Mucho Gusto, las hijas de la concejala, Javiera Gallegos y su hermana, respondieron con firmeza. Si bien reconocieron que su madre probablemente consumió alcohol durante las horas previas a su desaparición, descartaron absolutamente que hubiese estado embriagada o que eso explicara su extravío. Sobre las palabras de la diputada, fueron categóricas: “No sé si tengo algo que opinar de esa persona que nunca ha dicho nada coherente”, expresó Javiera.
Además, manifestaron extrañeza por la intromisión de la diputada en un caso que ocurre lejos de su distrito. “Me gustaría saber qué vínculos tiene ella en el Maule para emitir esos dichos”, comentó Javiera, asegurando que las declaraciones de la parlamentaria no aportan al esclarecimiento del caso y solo generan más dolor en un proceso ya difícil para la familia.