En una extensa conversación con Menú Patagonia, la candidata a diputada por el Distrito 26, Loreto Kemp (Evópoli), repasó su historia familiar, su activismo por la inclusión, su rol clave en la Ley de Autismo y las urgencias que detecta en la Región de Los Lagos a días de las elecciones. Kemp, que nunca ha ocupado un cargo político, afirma que llega a este proceso “con la fuerza de quien ya logró lo que le dijeron que era imposible”.
Semblanza: La historia detrás de Loreto Kemp, la candidata que nació del activismo social
A diferencia de la mayoría de los rostros que ingresan a la política nacional, Loreto Kemp no proviene de una familia con tradición parlamentaria, ni tiene una trayectoria en cargos públicos. Su historia se ancla en un punto específico y doloroso de su biografía: el diagnóstico tardío de autismo de su hijo mayor, Nicolás, y los años de escolaridad difícil que enfrentó sin herramientas ni apoyos del Estado.
“Me dijeron que no iba a poder educarse, que mejor le pusiera un negocito. Ese día decidí que nunca más alguien le iba a poner techo a mi hijo”, recuerda.
A partir de ese momento —y sin preparación política previa— Kemp se convirtió en dirigente social, articuladora regional y luego vocera nacional de movimientos de familias TEA. El camino la llevaría a tener por primera vez contacto directo con el Congreso, donde participó en mesas técnicas, comisiones legislativas y largas jornadas de discusión.
De la impotencia a la acción: el origen de su liderazgo
La entrevista deja ver una faceta íntima: su tránsito desde la angustia materna hacia la construcción de redes.
Kemp relata que hace una década gastaba más de $650.000 mensuales en terapias, muchas veces sin resultados ni orientación. Aquello no solo impactaba económicamente a su familia, sino que revelaba una ausencia estructural del Estado.
“Ni en los municipios ni en los CEFAM había programas. No existía nada. Recién ahí descubrí que tampoco había legislación”.
Desde esa carencia surge una agrupación local, después una red regional, y finalmente una vocería nacional llamada Autismo Sur, que la posicionaría como una de las cinco impulsoras de la Ley TEA, aprobada de manera transversal.
“Trabajamos artículo por artículo. Muchos no sabían lo que era vivir el TEA. Yo llevaba mi realidad, la de mi hijo, la de miles de familias”.
Su paso por el Congreso: el día que entendió que la política puede cambiarlo todo
Kemp cuenta que durante la tramitación de la ley pasaba semanas completas viajando a Valparaíso:
“Miraba las paredes del Congreso y pensaba: aquí se pueden cambiar las cosas de verdad”.
Esa experiencia marcó el punto de inflexión para considerar una candidatura parlamentaria. No fue una decisión instantánea, sino el resultado de años viendo cómo funcionaba la política “por dentro” y cómo la falta de acuerdos frenaba transformaciones urgentes:
“Hay tantas cosas que no avanzan porque hay trincheras políticas. Yo soy lo contrario: busco puentes”.
La derecha que imagina: democrática, responsable y sin complejos
Uno de los pasajes más potentes de la entrevista es cuando reflexiona sobre la fragmentación de la derecha:
“La derecha valiente no es la que vende el país por votos. La valiente es la que es capaz de tomar decisiones responsables, aunque sean impopulares”.
La candidata remarca que su defensa de la democracia no es un slogan, sino un principio:
“Mi generación no vivió la pérdida de la democracia, y eso hace que algunos no le tomen el peso. Para mí es lo más preciado que tenemos”.
Su crítica apunta a sectores que —según dice— ceden al populismo o proponen medidas que desvirtúan el Estado de Derecho.
Un distrito que pide trabajo: el diagnóstico más duro que encontró en campaña
Kemp dice que llegó a la campaña pensando que la inseguridad sería el tema dominante, pero que se encontró con algo distinto:
“La gente no habla de seguridad. Habla de trabajo. Hay jóvenes titulados hace dos años sin encontrar empleo y adultos mayores buscando trabajo porque no les alcanza”.
Describe una realidad que —según ella— está invisibilizada: la caída del empleo formal y el aumento de la informalidad, sin acceso a seguridad social ni protección laboral.
También se refiere al estudio que indica que el 45% de los chilenos no llega a fin de mes, señalándolo como un síntoma del deterioro económico que siente la ciudadanía más allá de las estadísticas.
La crisis eléctrica y la falta de fiscalización: “Esto no habría pasado inadvertido con otro Gobierno”
La candidata fue especialmente crítica respecto al caso de las tarifas eléctricas:
“¿Cómo ocultaron esto por un año? Si esto hubiese pasado en el Gobierno de Piñera, lo habrían destituido. Hoy nadie responde”.
A su juicio, el Congreso debió actuar con más fuerza fiscalizadora. Y agrega:
“Las acusaciones constitucionales no son para hacer puntos políticos, pero en este caso sí ameritaba evaluar una”.
Salud, educación y reactivación económica: las prioridades que sí puede prometer
Aunque es cuidadosa en no prometer proyectos sin saber qué comisión integrará, sí adelanta focos profundos:
Educación
“Los niños de la región aprenden menos que el promedio nacional. Eso es gravísimo. Sin educación no hay desarrollo, ni seguridad, ni futuro”.
Salud
“No puede ser que haya 30 horas de espera en urgencias o que falten insumos para operar. La gente literalmente se muere esperando”.
Empleo y formalidad
“Tenemos que destrabar inversión, y eso implica reglas claras, menos burocracia y más coordinación pública”.