Un hombre de 37 años con domicilio en Puerto Montt vivió una experiencia aterradora al ser secuestrado en Colombia, mientras intentaba concretar un negocio de transporte con un ciudadano panameño. La víctima, identificada como “Gonzalo” por Canal 13, fue retenida por un grupo armado que se identificó como parte de la guerrilla, y fue liberada tras una semana de negociaciones que incluyeron el pago de un rescate desde Chile.
La historia comenzó en abril, cuando Gonzalo viajó desde Puerto Montt a Cali, pasando por Santiago y Bogotá, para cerrar una alianza en una futura línea de buses. Sin embargo, al llegar al sur de Colombia, fue interceptado en la ruta junto a su supuesto socio y llevado a una cabaña en zona rural, donde permaneció retenido por un grupo de seis hombres armados que lo amenazaron de muerte y lo obligaron a desbloquear su celular para realizar llamadas extorsivas.
Amenazas desde Popayán hasta Frutillar
Mientras Gonzalo era mantenido cautivo, su esposa en Frutillar comenzó a recibir llamadas y mensajes intimidatorios. Los secuestradores exigieron 3.000 dólares por su liberación y se negaron a entregar pruebas de vida, a menos que se concretara el pago.
La denuncia fue ingresada ante Carabineros, activando una operación conjunta entre el OS9 de Carabineros de Chile, la Fiscalía Regional de Los Lagos y el grupo GAULA Antisecuestros de Colombia. Tras una semana de coordinación y presión internacional, la familia transfirió el dinero exigido mediante una empresa de envíos.
Rescate y retorno a Chile
Gonzalo fue finalmente liberado el 11 de abril en las cercanías del pueblo de Timbío, a 15 kilómetros de su lugar de reclusión. Tras caminar varios kilómetros, logró pedir ayuda y regresar a Cali, donde fue asistido por la policía colombiana y el consulado chileno, que facilitaron su retorno a Chile en completo hermetismo.
El caso, que se mantuvo bajo reserva por seguridad, recién se conoció tras la emisión de un reportaje en Canal 13. La Fiscalía de Colombia continúa investigando a los presuntos secuestradores, quienes podrían estar involucrados en otros casos similares.
El caso deja una lección clara: extremar precauciones en negociaciones internacionales y evitar encuentros fuera de contextos formales, especialmente en zonas de riesgo.