La Municipalidad de Puerto Montt ha instalado megáfonos en el centro para advertir sobre las sanciones al comercio informal. Aunque algunos vecinos valoran la medida como necesaria, otros la consideran una fuente de contaminación acústica que vulnera normas municipales.
Megáfonos municipales: ¿campaña disuasiva o ruido excesivo?
Como parte de su estrategia contra el comercio informal, el municipio instaló megáfonos que repiten de forma constante mensajes automatizados advirtiendo las sanciones a vendedores y compradores ilegales en el centro de Puerto Montt.
Sin embargo, esta medida ha generado molestia entre algunos locatarios y transeúntes, que acusan que el sonido interrumpe su jornada laboral y genera estrés y saturación auditiva.
“Es un poco molestoso, hay que gritar para atender a los clientes”, comenta una comerciante del Paseo Talca.
“Está todo el rato sonando… se vuelve estresante”, opina otro locatario.
Respuesta municipal: uso controlado y parte de un sistema integral
Consultado por Patagonia Radio, Andrés Canelo, del Departamento de Seguridad Pública de la Municipalidad de Puerto Montt, aclaró el funcionamiento del sistema:
“En relación al audio que se hace escuchar a través de las parlantes de las cámaras de televigilancia… debo señalar que se activan solamente en algunos casos, cuando son divisados los comerciantes ambulantes. No es que siempre estén funcionando”, explicó.
Canelo enfatizó que el objetivo es evitar molestias innecesarias a vecinos y transeúntes, y que el uso de megáfonos forma parte de un sistema integral de fiscalización, coordinado con Carabineros y personal municipal para controlar el comercio informal.
Concejala Bárbara Álvarez cuestiona expansión de los megáfonos
Una de las voces críticas ha sido la de la concejala de Puerto Montt, Bárbara Álvarez (PPD), quien advirtió que esta medida no se está limitando al centro de la ciudad.
“Efectivamente, este es un tema preocupante. Como concejala me preocupa que he visto estos megáfonos no solamente en el centro de la ciudad, sino también en lugares como el mercado de Presidente Ibáñez”, señaló.
“La pregunta es: ¿es necesario llenarnos de estos megáfonos que pueden generar problemas hacia niños, adultos mayores o personas neurodivergentes, como quienes tienen trastorno del espectro autista? ¿Cuál es la verdadera efectividad?”, cuestionó Álvarez, en un llamado a reflexionar sobre el impacto social de la medida.
Según comentó, el municipio tiene la intención de expandir el uso de megáfonos a toda la comuna, lo que intensifica el debate sobre sus efectos secundarios.
¿Contradicción con la ordenanza municipal sobre ruidos molestos?
La Ordenanza Municipal sobre Ruidos Molestos de Puerto Montt, en su artículo 5, prohíbe expresamente:
-
“El uso de altoparlantes o cualquier instrumento capaz de producir ruidos calificados como molestos”, salvo autorización del Departamento de Medio Ambiente.
-
“La propaganda de cualquier tipo... a viva voz o mediante amplificación en espacios públicos”, sin autorización expresa.
Además, se define como ruido molesto aquel que, por su duración e intensidad, ocasione molestias a la comunidad. La evaluación debe realizarse con instrumentación sonora, no de forma subjetiva.
Esto abre el debate: ¿Está el municipio incumpliendo su propia normativa ambiental? Hasta ahora no se ha informado si los megáfonos cuentan con autorización ni si cumplen los límites sonoros establecidos en el Decreto Supremo N°38.
Ciudadanía dividida
Algunos ven la acción como una herramienta útil para informar y disuadir el comercio informal, mientras otros opinan que el daño auditivo supera los beneficios.
“Yo lo encuentro muy bueno, porque así la gente se entera”, señala una vecina.
“Ya uno no lo soporta más, todo el rato lo mismo”, afirma otro entrevistado.