Con una misa solemne al mediodía y la apertura de un libro de condolencias en la Catedral de Puerto Montt, la Iglesia Católica local inició los actos de homenaje al Papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años en el Vaticano.
El arzobispo de Puerto Montt, Fernando Ramos, expresó su sorpresa ante el deceso del pontífice, calificándolo como “inesperado”, pese a que el Santo Padre enfrentaba delicadas complicaciones de salud desde marzo. “Pensábamos que se estaba recuperando lentamente, aunque no había retomado su ritmo habitual. Su fallecimiento nos ha tomado por sorpresa”, declaró.
Ramos destacó la relevancia del Papa argentino, señalando que “para la Iglesia universal y también para nuestra diócesis, su figura ha sido profundamente significativa”. Añadió que “su partida genera dolor, pero también gratitud por su testimonio, su liderazgo pastoral y su cercanía con las comunidades”.
El arzobispo recordó que la última vez que vio al Papa fue en octubre de 2024, durante un sínodo de obispos en Roma, instancia en la que pudo saludarlo y conversar brevemente. “Fue siempre muy atento. Una pérdida humana como esta se siente con fuerza”, señaló.
También rememoró a Soy Puerto Montt que fue el propio Papa Francisco quien lo designó previamente como obispo auxiliar de Santiago y administrador apostólico de la Diócesis de Rancagua, antes de asumir su actual cargo en Puerto Montt.
Las actividades conmemorativas continuarán durante la semana en distintos templos de la región, mientras los fieles acuden a firmar el libro de condolencias y rendir homenaje al pontífice que marcó una época en la Iglesia Católica.