Un deslizamiento de sedimentos volcánicos interrumpió completamente el tránsito en el kilómetro 56 de la Ruta 225, camino que conecta Puerto Varas con el paso fronterizo Pérez Rosales. Expertos advierten que la acumulación de material del volcán Calbuco aumenta el riesgo de nuevos derrumbes durante las lluvias.
Sedimentos volcánicos: una amenaza latente en la Ruta 225
La zona afectada se encuentra en un área con alta presencia de material volcánico inestable, producto de erupciones pasadas del volcán Calbuco. Estos sedimentos están compuestos por cenizas, arena, grava y rocas que, al saturarse con agua, se deslizan fácilmente pendiente abajo, cubriendo carreteras y quebradas.
#PUERTOVARAS Suspendido para todo tipo de vehículos permanece el tránsito en la ruta 225, a la altura del km. 56, luego de que por intensas precipitaciones se produjera deslizamiento de sedimento volcánico cubriendo ambas pistas de circulación #LaPrevencionEsNuestraEsencia pic.twitter.com/0TwXxgyj9i
— Carabineros Región de Los Lagos (@CarabLosLagos) July 29, 2025
Según especialistas, los suelos volcánicos son altamente porosos y, tras fuertes lluvias, pueden desencadenar lahares (flujos de lodo y escombros) que arrastran grandes cantidades de material. Este fenómeno no solo bloquea rutas, sino que también puede dañar infraestructura, aislar comunidades y poner en riesgo a turistas y residentes.
Impacto en el turismo y conectividad
El cierre afecta directamente el acceso al Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, hogar de atractivos icónicos como los Saltos del Petrohué y el lago Todos los Santos, además del paso fronterizo hacia Argentina. La interrupción del tránsito genera preocupación en el sector turístico y en transportistas que utilizan esta ruta como corredor estratégico.
Recomendaciones y llamados de las autoridades
Carabineros de la Región de Los Lagos llamó a evitar viajes innecesarios hacia el sector mientras se realizan los trabajos de remoción. Asimismo, se recomienda mantenerse informado a través de los canales oficiales, ya que las lluvias podrían generar nuevos desprendimientos de sedimentos volcánicos.