Vecinos de la comuna de Frutillar, en la Región de Los Lagos, han manifestado su rechazo a múltiples proyectos eólicos que buscan instalar 49 aerogeneradores en zonas rurales de Frutillar y Llanquihue. Denuncian un grave impacto ambiental, paisajístico y turístico, además de falta de transparencia en los procesos de evaluación.
Actualmente existen cuatro proyectos eólicos en revisión por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA): dos están en evaluación, uno en proceso de participación ciudadana activa y otro en etapa de calificación.
El proyecto que ha generado mayor alarma en la comunidad es el Parque Eólico Vientos del Lago, desarrollado por la empresa Opde Chile SpA. Este se encuentra en la primera fase participativa y ya ha presentado compromisos ambientales voluntarios, solicitados por la Secretaría Comunal de Planificación (Secplan), la Dirección de Obras Municipales (DOM) y la Oficina de Medio Ambiente de Frutillar.
Comunidad exige detener los proyectos eólicos en Frutillar
“La afectación es total, no se puede ver como un proyecto fragmentado. Queremos detener todo esto y que se transparente el proceso. Solicitamos que la Superintendencia de Medio Ambiente venga a Frutillar y explique qué se quiere hacer con nuestra comuna”, afirmó, Alejandra Doepking, vecina del sector.
Desde el municipio, la encargada de la Oficina de Medio Ambiente, Fernanda Piedra, señaló que la DOM indicó que el proyecto se encuentra fuera del plan regulador comunal, mientras que Secplan solicita medidas de apoyo para emprendedores, pymes y comunidades locales afectadas por el área de influencia del parque eólico.
Proyecto ingresó como Estudio de Impacto Ambiental
Según consigna el portal Biobio Chile, el director regional del SEA, Sergio Sanhueza, explicó que el Parque Eólico Vientos del Lago fue ingresado como Estudio de Impacto Ambiental (EIA) por el reconocimiento de efectos significativos sobre recursos naturales renovables, como el suelo, agua y aire, y por la posible alteración del valor paisajístico y turístico del entorno.
“Estos proyectos pueden contemplar hasta tres rondas de observaciones, lo que permite una evaluación rigurosa desde el punto de vista técnico y ciudadano”, precisó Sanhueza.
Organización ciudadana en defensa del territorio
Mientras continúa el proceso de evaluación ambiental, los vecinos de Frutillar y Llanquihue han comenzado a organizar reuniones y manifestaciones en defensa del territorio. La convocatoria incluye a habitantes de sectores rurales ubicados en el camino hacia Tegualda y Fresia, con el objetivo de visibilizar su rechazo a los proyectos eólicos en la zona sur de Chile.