El Hospital Base San José de Osorno enfrenta serios cuestionamientos tras un informe de la Contraloría General de la República (CGR), que reveló que familiares y funcionarios recibieron atención quirúrgica prioritaria en tiempos considerablemente inferiores al promedio, sin justificación médica aparente.
Entre los casos más graves, se constató que el subdirector médico del hospital operó a su hermana tras solo dos días de espera, mientras que el promedio para esa patología es de 330 días. Además, los exámenes preoperatorios de la paciente fueron realizados en Rancagua, donde reside, lo que aumenta las sospechas de irregularidades en el proceso.
El informe también evidenció que el hospital realizó intervenciones quirúrgicas a otros funcionarios y familiares en plazos inferiores al promedio, sin razones fundadas que avalaran una resolución más rápida.
Por otra parte, se detectaron irregularidades en la licitación de intervenciones quirúrgicas para pacientes GES y No GES, donde el subdirector médico autorizó cambios en el equipo quirúrgico ofertado por la empresa proveedora, a pesar de formar parte de la nómina de cirujanos en la licitación. Esto podría configurar un conflicto de interés.
La Contraloría anunció que instruirá un sumario administrativo para determinar responsabilidades y remitirá los antecedentes a la Fiscalía Regional del Ministerio Público y al Consejo de Defensa del Estado para que tomen las acciones legales correspondientes.
Este escándalo pone en duda la equidad en el acceso a la atención de salud pública en Osorno, afectando a miles de pacientes que enfrentan largas esperas por procedimientos prioritarios.