En una nueva edición de Salmón en la Patagonia por Patagonia Radio, el abogado David Zaviezo, socio director de CERTES, abordó los desafíos legales de la salmonicultura en Chile. Durante la conversación con Mirta Obando y Gonzalo Silva, el especialista enfatizó la urgencia de separar la actual Ley General de Pesca y Acuicultura, avanzar hacia una normativa exclusiva para la acuicultura y modernizar el ordenamiento del borde costero, claves —dijo— para una industria más sostenible y competitiva.
David Zaviezo: “Chile necesita una ley de acuicultura independiente y un ordenamiento costero moderno”
La regulación chilena: abundante pero dispersa
Durante la entrevista, Zaviezo explicó que la salmonicultura nacional está “sumamente regulada”, pero enfrenta un exceso de normativas que dificultan su cumplimiento.
“En Chile hay demasiadas leyes y reglamentos que cruzan lo ambiental, lo sanitario y lo productivo. Las empresas deben contar con equipos legales para no incumplir por desconocimiento”, señaló.
El abogado sostuvo que la actual Ley General de Pesca y Acuicultura debiera dividirse, ya que son sectores productivos con realidades y desafíos distintos.
“La acuicultura merece su propia ley, con foco en sostenibilidad, innovación y manejo territorial”, afirmó.
Comparación con Noruega: menos burocracia, más eficiencia
Zaviezo participó en la feria AQUANOR y visitó instituciones noruegas, donde observó diferencias clave con el sistema chileno.
“Allá hay menos organismos involucrados en permisos y un sistema de ventanilla única. Eso agiliza la tramitación y entrega certezas”, explicó.
Añadió que el modelo noruego también mide la capacidad de carga de los cuerpos de agua para definir la biomasa autorizada, mecanismo que podría replicarse en Chile con datos ambientales actualizados.
Innovación ante un “estrangulamiento regulatorio”
El abogado destacó que las restricciones han impulsado innovación tecnológica y ambiental dentro de las empresas salmoneras.
“Las limitaciones regulatorias han generado un salto en eficiencia, bienestar animal y control remoto de alimentación. Las empresas han debido reinventarse para producir mejor”, señaló.
Además, enfatizó que la sostenibilidad no solo es ambiental, sino también económica y social, y que el marco normativo debería reflejar esa visión integral.
El futuro: acuicultura oceánica y relocalización de concesiones
Consultado sobre los próximos desafíos, Zaviezo apuntó a la necesidad de actualizar las Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA) y retomar el proceso de relocalización de concesiones, detenido hace más de 15 años.
“Hay concesiones mal ubicadas o ineficientes. El ordenamiento del borde costero es esencial para la competitividad y la sostenibilidad”, subrayó.
También advirtió que el avance de solicitudes de espacios costeros marítimos de pueblos originarios (ECMPO) ha generado paralización en la gestión de nuevas áreas, lo que refuerza la urgencia de una reforma integral.
Formación profesional y especialización pendiente
Zaviezo lamentó la falta de formación en derecho acuícola en universidades chilenas, señalando que no existen ramos específicos sobre legislación pesquera o acuícola, incluso en carreras afines como veterinaria o ingeniería naval.
“Es un campo nuevo, con pocos abogados especializados en regiones. Hay una brecha formativa que debemos abordar si queremos una industria moderna y responsable”, comentó.
El especialista cerró destacando que la clave del futuro de la salmonicultura chilena pasa por modernizar su marco regulatorio, ordenar el territorio marítimo y alinear sostenibilidad con productividad.
“Chile tiene potencial para liderar la acuicultura global, pero necesita una ley moderna, coherente y con visión de largo plazo”, concluyó.