El Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de Chile, en conjunto con el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), lidera un estudio para determinar la proliferación de organismos microscópicos en las aguas del Lago Llanquihue. Aunque hasta el momento no se han detectado toxinas de floraciones algales nocivas, el investigador Carlos García advierte que “lo más preocupante son los altos niveles de coliformes fecales”, especialmente en las zonas cercanas a Puerto Varas y Puerto Octay.
Contaminación en aumento: alcantarillado irregular y parcelaciones sin control
La investigación reveló altos niveles de nitratos y coliformes fecales, indicando múltiples fuentes de contaminación, entre las que destacan:
- Conexiones irregulares al sistema de alcantarillado, que permiten el vertido directo de desechos domiciliarios al lago.
- Crecimiento descontrolado de parcelaciones desde 2020, con fosas sépticas que, debido a la alta variabilidad climática, se rebalsan o filtran desechos fecales a través de las napas subterráneas.
- Actividades agrícolas e industriales, que contribuyen a la contaminación con residuos y nutrientes que favorecen la proliferación de microorganismos nocivos.
“Las autoridades están al tanto de un problema que puede golpear fuertemente a una zona con alta demanda turística”, señala García. Además, advierte que el fenómeno no es exclusivo del Lago Llanquihue, ya que en estudios previos se han detectado cianobacterias productoras de cianotoxinas en otros lagos del sur de Chile, como Villarrica, Panguipulli, Ranco, Rupanco y Puyehue.
Plan de acción: monitoreo ambiental y políticas públicas
Ante la urgencia del problema, la Asociación de Municipalidades de la Cuenca del Lago Llanquihue ha planteado objetivos de trabajo para mitigar la contaminación, incluyendo:
- Educación ambiental para fomentar hábitos de cuidado del ecosistema.
- Monitoreo continuo con apoyo de clubes de caza y pesca.
- Implementación de un marco regulador para el control de floraciones de cianobacterias y cianotoxinas.
El estudio forma parte del proyecto RLA7026 de ARCAL, desarrollado con apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con el objetivo de aplicar tecnologías avanzadas para el monitoreo ambiental.
Investigación clave para la toma de decisiones
El equipo liderado por la Universidad de Chile está elaborando un "Marco de seguimiento y gestión de floraciones de cianobacterias y cianotoxinas en cuerpos de aguas continentales", dirigido a autoridades de salud, gobiernos locales y organismos ambientales.
Este marco permitirá:
- Identificar especies de microorganismos presentes en el lago.
- Definir las zonas afectadas y evaluar el nivel de riesgo.
- Determinar la presencia de toxinas con técnicas avanzadas de análisis.
Según Hans Kauffmann, jefe del laboratorio de Sernageomin, este convenio con la U. de Chile "abre una oportunidad valiosa para abordar los riesgos ambientales desde un enfoque integral". Actualmente, el equipo trabaja en investigaciones para determinar el impacto real de la contaminación en la salud humana y el ecosistema.