La reciente investigación de T13 ha encendido alarmas sobre la existencia de redes criminales que utilizan el espacio aéreo chileno para transportar drogas, armas y dinero de forma clandestina. Vuelos sin plan de vuelo, sin comunicación con las autoridades y sin autorización han sido detectados en distintas zonas del país, lo que plantea serios riesgos para la seguridad aérea y refuerza la hipótesis de un narcotráfico aéreo en expansión.
Puerto Montt: un posible punto de escala para vuelos ilícitos
Uno de los elementos más inquietantes de la investigación es la mención de Puerto Montt como un posible punto de tránsito clave para vuelos clandestinos. En un audio filtrado, un presunto integrante de una organización delictiva menciona:
“Tiene que tener una pista, aterrizar uno por ahí, al menos en Puerto Montt. En dos viajes saco toda la plata.”
Este testimonio refuerza la posibilidad de que la ciudad, estratégicamente ubicada y con escasa fiscalización en sus alrededores, pueda estar siendo utilizada como una escala para aeronaves que transportan cargamentos ilícitos.
Consultada sobre esta situación, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) evitó emitir un comunicado oficial. Sin embargo, un funcionario, bajo condición de anonimato, reconoció que la supervisión sobre pequeñas aeronaves es limitada:
“La mayoría de los controles están en vuelos comerciales, pero hay aeródromos privados y pistas pequeñas donde prácticamente no hay supervisión.”
Narcovuelos y falta de control: un problema nacional
El uso del espacio aéreo por parte del crimen organizado no es un fenómeno aislado, sino una estrategia que se ha vuelto cada vez más frecuente en el país. Aeronaves ligeras, como los Cessna, pueden transportar hasta 500 kilos de droga o dinero ilícito, cruzando fronteras o desplazándose dentro de Chile con mínimo riesgo de ser detectadas.
Según los datos revelados en el reportaje, solo el 7% de las pistas de aterrizaje autorizadas cuentan con fiscalización presencial de la DGAC, dejando el 93% en una zona gris de control.
Interceptaciones telefónicas han demostrado que grupos de narcotraficantes colombianos han establecido operaciones en Conchalí y Punta Arenas, utilizando aeronaves privadas para mover sustancias ilícitas. Incluso se reveló que estos grupos cotizaban la compra de un avión propio para hacer más eficiente su negocio delictivo.
Alejandro Bernales: “Sería iluso pensar que el crimen organizado no está usando el transporte aéreo”
El diputado Alejandro Bernales (PL) advirtió sobre la falta de control en el espacio aéreo chileno y señaló que el crimen organizado podría estar operando con total impunidad en la Región de Los Lagos.
“¿Estará el crimen organizado usando el espacio aéreo de la Región de Los Lagos para cometer sus ilícitos? Sería iluso pensar que no, considerando la enorme falta de fiscalización.”
Bernales subrayó que muchas pistas de aterrizaje en zonas extremas y alejadas carecen completamente de control, lo que permite que cualquier aeronave aterrice sin restricciones.
“¿Y eso quién lo controla? ¿Quién está fiscalizando? Por eso, esta semana nos reuniremos con la ministra de Defensa para abordar esta situación.”
Más pruebas, pocas respuestas
Uno de los episodios más sospechosos ocurrió el 17 de enero de 2023 en Río Bueno, Región de Los Rios. Una avioneta aterrizó y su piloto recibió un bulto de un hombre que lo esperaba en el exterior del cierre perimetral. Las imágenes muestran el traspaso del bolso y la aeronave despegando rápidamente.
Cuando se consultó a los involucrados, la respuesta fue insólita: “Sólo eran colaciones”. Sin embargo, el plan de vuelo registrado en la DGAC no indicaba aterrizajes en la zona, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de un vuelo clandestino.
Conclusión: Puerto Montt, ¿vulnerable a los narcovuelos?
Los datos expuestos en la investigación refuerzan la sospecha de que Puerto Montt podría ser un punto de escala en la red de narcovuelos. Su ubicación estratégica, la presencia de aeródromos sin control y la limitada fiscalización sobre pequeñas aeronaves la convierten en un escenario ideal para vuelos ilícitos.
Con el 93% de las pistas de aterrizaje del país sin fiscalización directa, el problema no solo radica en quiénes están volando, sino en qué están transportando.
Mientras la DGAC mantiene silencio y las Fuerzas Armadas interceptan vuelos sin registros oficiales de incidentes, el crimen organizado sigue operando bajo el radar, señala el reportaje.
La pregunta ya no es si Puerto Montt está en la mira del narcotráfico aéreo, sino cuán avanzada está la operación y cuánto tiempo más seguirá sin ser detectada.