Luego de siete meses en la cárcel Alto Bonito, imputado por fraude al fisco, cohecho, lavado de activos e incremento patrimonial injustificado, Gervoy Paredes rompió el silencio. Desde la intimidad de su casa —donde cumple arresto domiciliario total— entregó su versión de los hechos.
“Esta ha sido la batalla más dura, pero no he perdido la guerra”, sostuvo el exjefe comunal, al medio 33 Segundos, visiblemente más delgado. Según relató, durante su encierro se refugió en la lectura, especialmente de Eduardo Galeano, y en la escritura como mecanismo de resistencia emocional.
Sobre su situación judicial, fue enfático: “No tengo absolutamente nada que ver con los delitos que se me imputan. Vamos a desestimar todo y entregar pruebas claras para demostrar mi inocencia en el juicio”. Agregó que ya no cree en algunos medios que —a su juicio— desinforman con titulares tergiversados.
Respecto a los funcionarios de confianza formalizados o confesos por desviar recursos públicos, Paredes aseguró que nunca tuvo indicios de irregularidades y que “nadie está obligado a lo imposible”, aludiendo a la estructura interna de fiscalización del municipio.
También acusó una conspiración política y económica, aludiendo a “poderes fácticos” molestos con su defensa del regreso del tren, el freno al proyecto de la ruta metropolitana y la protección de humedales. “Quisieron cometer un homicidio político”, disparó.
En cuanto a su futuro, Paredes dejó abierta la puerta a una eventual candidatura: “Si hay justicia, y se comprueba mi inocencia, podría volver. El servicio social lo llevo en el ADN y no lo voy a abandonar”.
Al cierre de la entrevista, el exalcalde envió un mensaje a quienes aún lo respaldan: “Hicimos una tremenda labor. Nadie va a borrar 12 años de gestión, ni con titulares ni con acusaciones infundadas”.