El reciente anuncio de BioMar sobre el cierre de su planta en Putemún, Castro, ha encendido las alarmas en la provincia de Chiloé. Cerca de 90 familias perderán su fuente laboral, un impacto significativo para una comunidad altamente dependiente de la industria acuícola.
La empresa, que operó en la zona durante 30 años produciendo alimentos para salmón, justificó el cese de sus actividades por el poco crecimiento del sector acuícola, un argumento que los trabajadores califican como "injusto". Según Alejandro Torres, presidente del sindicato de trabajadores de BioMar, la planta no ha registrado pérdidas significativas, lo que hace que esta decisión sea vista como un "golpe directo y sin aviso".
Consolidación de operaciones en Pargua
La decisión responde a una estrategia de BioMar para incrementar su eficiencia y competitividad en una industria de relevancia mundial como la salmonicultura. Según explicó Derek Kohn, gerente general de BioMar Chile, esta consolidación implica inversiones en eficiencia y tecnología, lo que permitirá avanzar en los objetivos de sostenibilidad de la empresa.
"Mantenemos el firme compromiso que siempre hemos tenido con la salmonicultura chilena," señaló Kohn. "Este proceso conllevará inversiones importantes para seguir desarrollando una acuicultura moderna y competitiva."
Por su parte, Sebastián Correa, gerente de personas de BioMar, indicó que la empresa está trabajando en un programa de salida y acompañamiento para los trabajadores afectados. "Es una decisión difícil, especialmente por lo que significa para nuestros colaboradores, pero es necesaria para mantener altos niveles de eficiencia productiva," afirmó Correa.
BioMar, empresa de origen danés que opera en todo el mundo, concentrará sus operaciones en dos plantas ubicadas en Pargua y en oficinas de Puerto Montt, dejando la planta de Castro fuera de operaciones a partir de fines de 2025.
Preocupación regional y llamado a la acción
El consejero regional Francisco Cárcamo llevó el tema al Consejo Regional, subrayando que, aunque se trata de una decisión empresarial, "las consecuencias son sociales" y afectarán directamente a las familias de la zona.
Cárcamo destacó el rol clave de la industria salmonera en la región, que genera más de 70.000 empleos directos e indirectos, y advirtió sobre la necesidad de evitar situaciones como la crisis del virus ISA en 2009, que devastó la industria y la economía local.
En este contexto, Cárcamo hizo un llamado urgente al Gobierno para que tome medidas de mitigación, especialmente en un panorama de alzas en servicios básicos y estancamiento económico a nivel nacional.