En conversación con Menú Patagonia por Patagonia Radio, María Teresa Romero, directora de la organización Escuelas Abiertas, analizó las causas del retroceso en la educación pública chilena, marcado por la fuga de estudiantes hacia colegios particulares subvencionados, la baja en los aprendizajes y los paros docentes recurrentes. Desde Puerto Montt, advirtió que “Chile fue un país exitoso en educación pública, pero hoy estamos más lejos de eso que nunca”.
Brechas crecientes y pérdida de confianza en la educación pública
Durante la entrevista, Romero explicó que Chile tuvo buenos resultados educativos hasta inicios de los años 2000, destacando en pruebas internacionales como PISA. Sin embargo, afirmó que “desde 2015, con la reforma vocacional, se perdió el foco en lo más importante: el aprendizaje en la sala de clases”.
“Se apuntó a la administración y al financiamiento, pero no a mejorar cómo aprenden los niños”, recalcó.
Según cifras compartidas durante el programa, en Puerto Montt existen 164 salas de clases desocupadas, mientras aumenta la matrícula en colegios particulares subvencionados. Solo el Liceo de Niñas pasó de 1.519 alumnas en 2004 a 463 en 2025, y la Escuela Libertad de 1.000 estudiantes a apenas 370.
Paros y jornadas perdidas: un golpe directo al aprendizaje
Romero fue enfática al señalar que los paros prolongados y las suspensiones de clases tienen efectos directos en el rendimiento académico.
“Atacama tuvo un paro de más de 80 días en 2023, y fue la región con peores resultados en la PAES. Es lógico: los niños pierden continuidad y se desvinculan del aprendizaje”, explicó.
Agregó que esta situación se repite en distintas regiones del país, como Magallanes, donde 14.000 estudiantes comenzaron las clases recién en abril, o el caso del Instituto Nacional, que ha bajado del noveno al lugar 313 en el ranking nacional de acceso a la educación superior debido a continuas interrupciones.
“La esperanza no se pierde, pero hay que actuar con evidencia”
Pese al panorama adverso, Romero mantiene una visión constructiva:
“La esperanza nunca se pierde. En Puerto Montt se están tomando decisiones difíciles, pero necesarias, para recuperar la educación pública con base en datos y evidencia”.
La directora enfatizó que el presupuesto 2026 destina solo un 1% de aumento al sector educación, concentrado mayormente en educación superior, mientras se recortan recursos para la educación inicial y escolar, que considera fundamentales:
“Un tercio de los niños de cuarto básico no sabe leer ni escribir comprensivamente. No sacamos nada con invertir en universidades si no fortalecemos los primeros aprendizajes”.
Acercando la comunidad a la educación pública
Finalmente, Romero invitó a padres, apoderados y comunidades educativas a sumarse a la red Escuelas Abiertas Chile, una organización sin fines de lucro que recoge testimonios en terreno y promueve cambios en políticas públicas educativas.