En la era digital, los ciberdelincuentes han desarrollado técnicas avanzadas para estafar a personas a través de llamadas telefónicas masivas, conocidas como robocalling. Esta modalidad utiliza softwares sofisticados para realizar llamadas automáticas con el fin de engañar a los usuarios y obtener su información personal y financiera.
El robocalling como sistema automático de marcación de llamadas, puede ser utilizado legítimamente por empresas para realizar encuestas, promocionar productos o recordar citas médicas. Sin embargo, cuando es empleado por delincuentes, se convierte en una poderosa herramienta de estafa. Mediante mensajes pregrabados o respuestas automatizadas, los estafadores se hacen pasar por entidades de confianza, como bancos o servicios públicos, para engañar a sus víctimas.
Uno de los peligros más alarmantes es el uso de inteligencia artificial en estos fraudes. Con solo una fracción de audio de una llamada, los delincuentes pueden recrear la voz de una persona, lo que les permite realizar extorsiones o suplantaciones de identidad. Además, las llamadas que cuelgan inmediatamente después de ser contestadas tienen un propósito claro: confirmar si el número está activo, lo que facilita la planificación de estafas más personalizadas.
Para protegerse, es fundamental no contestar llamadas de números desconocidos, utilizar aplicaciones de bloqueo de llamadas y reportar los números sospechosos como spam. Así, los usuarios pueden reducir el riesgo de caer en manos de estafadores que emplean robocalling para perpetrar delitos cada vez más sofisticados.