Un indignante episodio de discriminación sufrió Paola Huenuanca y su hijo Alonso Orellana, un niño de 8 años con distrofia muscular de Duchenne, cuando un conductor de minibús se negó a transportarlos desde Puerto Montt hacia Los Muermos. La madre relató que, tras salir del Instituto Teletón, se dirigieron al terminal para tomar un bus, pero el chofer, sin siquiera abrir la puerta, les negó el ingreso con un gesto de “no” y señalando su reloj, pese a que el vehículo permaneció detenido permitiendo el ingreso de otros pasajeros.
El hecho, registrado en video, se viralizó en redes sociales, generando indignación y rechazo generalizado ante la falta de empatía y la discriminación que enfrentan a diario las personas con discapacidad en el transporte público.
“Nos sentimos humillados”
“Me sentí muy mal, discriminada y con mucha pena, porque no es la primera vez que nos pasa. Subir a Alonso con su silla les quita tiempo, y eso parece ser motivo suficiente para dejarnos abajo”, expresó Paola Huenuanca, quien aseguró que su hijo lloró al sentirse rechazado.
“Como madre, le enseño que su silla de ruedas no es un límite, sino una herramienta para hacer más cosas. Pero este tipo de situaciones lo deprimen y me duele tener que explicarle que hay personas que no empatizan y que lo discriminan. Nos sentimos vulnerables y humillados”, agregó.
Denuncian discriminación estructural en el transporte público
La Agrupación de Usuarios del Transporte Público de la Provincia de Llanquihue repudió el hecho, pero advirtió que no es un caso aislado.
“Lamentablemente, no nos sorprende. Recibimos constantes denuncias sobre conductores que se niegan a transportar a personas con discapacidad, no les detienen la locomoción o incluso los maltratan verbalmente. A esto se suma que en Chile no existe tarifa rebajada para estos usuarios, obligándolos a pagar servicios que, además de costosos, son hostiles y sin accesibilidad universal”, afirmó Jordi Valenzuela Muñoz, presidente de la agrupación.
Por su parte, Ismael Cardemil, director de Tendencia Inclusiva, criticó la falta de empatía de los conductores: “Es una falta de respeto. No se fijan en los sentimientos de las familias que dependen del transporte público para tratamientos médicos. Es muy raro ver a un chofer ayudar a una persona en silla de ruedas, cuando debería ser un acto natural”.
Ante la gravedad del caso, la agrupación ingresó una denuncia formal ante el Ministerio de Transportes y contactó a la familia para brindar apoyo.
Municipio se suma a las acciones
En respuesta, la concejala de Puerto Montt, Bárbara Cáceres, anunció gestiones con la familia afectada y el municipio. “Nos pusimos en contacto con Paola para conocer el caso en detalle y contar con su autorización para abogar por su situación”, señaló.
Además, detalló que se activaron coordinaciones con Juan Ortiz Bohle, encargado de vinculación con el medio; Sergio Barría, director de concesiones; y Sarita Cárcamo, delegada municipal de la ruta El Tepual, para tomar medidas urgentes y garantizar el derecho al transporte de Alonso y su familia.
Un llamado a la inclusión y respeto
El caso de Alonso Orellana reabre el debate sobre la urgente necesidad de garantizar transporte público accesible y libre de discriminación. Organizaciones y autoridades exigen medidas concretas para sancionar este tipo de prácticas y asegurar que ninguna persona con discapacidad vuelva a ser rechazada en un bus por la falta de empatía de sus conductores.