La escultura Sentados Frente al Mar, ubicada en el borde costero de Puerto Montt, ha sido recreada con Inteligencia Artificial (IA) en tres estilos animados que han conquistado Internet: Studio Ghibli, Doraemon y Los Simpson. Las imágenes, generadas mediante herramientas como Midjourney y DALL·E, combinan arte digital, cultura pop y patrimonio local, provocando una ola de reacciones en plataformas como Instagram, TikTok y X (Twitter).
Estilo Studio Ghibli: fantasía nostálgica y paisajes encantadores
La versión inspirada en Studio Ghibli presenta a los personajes sentados frente al mar en un ambiente mágico y poético, con cielos brillantes, expresiones suaves y un aura emocional similar a películas como El Viaje de Chihiro o Mi Vecino Totoro. Este estilo ha ganado millones de seguidores por su capacidad de evocar nostalgia y belleza natural, características que encajan perfectamente con la esencia contemplativa de la escultura.
Estilo Doraemon: ternura retro y colores vibrantes
En su versión Doraemon, la escultura se convierte en una escena animada con líneas simples, tonos pastel y un aire de nostalgia noventera. El popular anime japonés, centrado en un gato robótico del futuro, es conocido por su enfoque en la amistad y la imaginación, lo que se traduce en una imagen lúdica y amigable que ha sido ampliamente compartida entre fanáticos del anime.
Estilo Los Simpson: sátira pop con acento amarillo
Por otro lado, la transformación al estilo Los Simpson le da a la escultura un giro humorístico y crítico. Con sus icónicos personajes de piel amarilla y ojos saltones, esta reinterpretación conecta con una estética conocida mundialmente. La mezcla de irreverencia y cotidianeidad propia de la serie estadounidense ha hecho que esta versión sea una de las más comentadas por su tono sarcástico y culturalmente transversal.
Arte digital, viralidad y conexión emocional: el impacto de la IA
Este fenómeno demuestra cómo la IA generativa puede reinterpretar y revitalizar obras urbanas, convirtiéndolas en nuevos objetos culturales que circulan globalmente. La viralización de estas imágenes responde a una tendencia creciente: el uso de estilos animados para resignificar monumentos, combinando tecnología, nostalgia visual y creatividad digital.