Tras el inédito tornado que afectó este domingo a la comuna de Puerto Varas, dejando al menos 250 viviendas dañadas y más de 20 mil clientes sin luz, surgen múltiples preguntas sobre la capacidad de Chile para anticipar y enfrentar este tipo de eventos extremos. En entrevista con Patagonia Radio, el académico del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Austral de Chile, doctor Álvaro González, analizó el fenómeno, su relación con el cambio climático y los desafíos pendientes en prevención y educación ciudadana.
“En términos científicos, no es algo raro”, aclaró González. Según el experto, estudios recientes muestran que mayo y junio son los meses de mayor frecuencia de tornados en Chile, especialmente en el sur del país. “La diferencia es que hoy tenemos más acceso a registros audiovisuales y redes sociales, lo que permite documentarlos mejor”, señaló.
“Estamos en pañales para predecir tornados en Chile”
González fue categórico en advertir que Chile no cuenta con el instrumental mínimo para anticipar eventos como el tornado en Puerto Varas. “Deberíamos tener al menos un radar meteorológico que permita estudiar tormentas y alertar a tiempo a la población. No se puede predecir un tornado con una semana de anticipación, pero sí con algunas horas, lo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, explicó.
Criticó, además, la lenta reacción del sistema: la alerta amarilla se declaró dos horas después del evento, lo que generó cuestionamientos en redes sociales. “El problema no es solo la falta de tecnología, sino la desconexión entre la academia, el Estado y los organismos de emergencia”, agregó.
Causas y condiciones del tornado en Puerto Varas
El tornado del domingo se produjo por la interacción de una masa de aire cálido ascendente y otra masa fría descendente, sumado a la alta inestabilidad atmosférica del sistema frontal. Esto generó un vórtice visible que arrasó con techumbres, árboles y vehículos, incluso en zonas urbanas protegidas por cerros, como Puerto Varas.
González sostuvo que este tipo de eventos podría volverse más frecuente en el contexto del cambio climático. “Nuestros otoños son cada vez más inestables, con menos lluvias y temperaturas extremas. El anticiclón subtropical del Pacífico también ha crecido, favoreciendo combinaciones meteorológicas peligrosas”, afirmó.
¿Una temporada de tornados?
Aunque evitó usar el término “temporada de tornados”, González confirmó que mayo y junio son los meses de mayor riesgo, de acuerdo a investigaciones recientes publicadas en revistas científicas internacionales. “Es clave monitorear y generar más estudios para determinar qué zonas son más propensas y cómo protegerlas mejor”, dijo.
Incluso sugirió métodos innovadores de estudio como la dendrocronología, que permite rastrear eventos climáticos pasados a través de los anillos de los árboles.
Falta de cultura de prevención
El investigador también advirtió sobre el analfabetismo climático y de prevención que existe en la sociedad chilena frente a este tipo de eventos. “No tenemos un ABC claro para tornados, ni refugios seguros ni protocolos comunitarios. Somos un país sísmico, sí, pero también expuesto a otras catástrofes naturales que requieren preparación”, enfatizó.
Llamado a la acción
Finalmente, González llamó a las autoridades a invertir en ciencia, tecnología y cultura de prevención:
“La culpa no es de la naturaleza. Es nuestro deber prepararnos mejor para evitar que eventos como el de Puerto Varas se repitan con consecuencias más graves”, concluyó.