El cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica en mujeres en Chile y su incidencia sigue en aumento en regiones como Los Lagos. Un equipo de investigadores de la Universidad San Sebastián (USS) en Puerto Montt, liderado por el científico Luis Molina, ha identificado un preocupante factor ambiental: la exposición a microplásticos y al compuesto químico Bisfenol A (BPA), presente en envases y productos plásticos de uso cotidiano.
El impacto del Bisfenol A
Según la investigación, el Bisfenol A (BPA) comparte una estructura química similar al estrógeno, lo que le permite activar el receptor celular GPER-1, vinculado al desarrollo del cáncer de mama.
«Estamos rodeados de microplásticos. Incluso al beber agua de botellas plásticas ingerimos partículas que afectan nuestra fisiología», advirtió el Dr. Molina.
El especialista explica que el organismo no distingue entre estrógeno y BPA, asimilando este último como si fuera una hormona natural.
Recomendación: reducir el uso de plásticos
Frente a esta evidencia, Molina recomienda limitar el uso de plásticos en la vida diaria y optar por alternativas más seguras como vidrio o loza, lo que podría disminuir la exposición a estos disruptores endocrinos.
El Tamoxifeno bajo la lupa
El estudio también aborda un hallazgo que podría cambiar la práctica médica: aunque el Tamoxifeno bloquea eficazmente el receptor de estrógeno (ER), no solo no inhibe el receptor GPER-1, sino que lo activa, estimulando el crecimiento de las células tumorales.
«En vez de inhibir la actividad de este receptor, el fármaco hace que el GPER-1 trabaje más, favoreciendo la progresión tumoral», explicó Molina.
Nuevas terapias con inteligencia artificial
El investigador proyecta que en los próximos cinco años la ciencia podría diseñar fármacos capaces de anular la actividad de GPER-1. Para ello, la inteligencia artificial será una herramienta clave en el análisis de grandes volúmenes de datos y en el desarrollo de terapias combinadas más efectivas.
Más allá de la genética
La investigación subraya que cerca del 80% de los casos de cáncer de mama son multifactoriales y esporádicos, influidos por factores ambientales y de estilo de vida como la obesidad, el sedentarismo, la mala alimentación y el estrés crónico.